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viernes, 25 de diciembre de 2009

Antecedentes neomarxistas

El Neomarxismo, si se puede llamar así, derivó del desmembramiento de la URSS, de un proceso de destrucción aplicado a uno de los ensayos marxistas más trascendentales. Su último vestigio en funciones lo representa Cuba y su curiosa revolución "involutiva".

El estancamiento de la economía cubana es atribuido al sabotaje económico capitalista emanado de EE UU, y sólo la inquebrantable resistencia profideliana explica cómo después de 60 años Cuba sigue sin terminar de echar hacia adelante.

Efectivamente, más allá de una alfabetización general y de unos indiscutibles méritos sanitarios y antidelictivos, el pueblo cubano lleva 6 décadas sumido en niveles de consumo nada envidiables. Su ejemplo contradice la idea marxista de la revolución del sistema capitalista para evolucionar a un estado de bienestar superior y de mayor alcance popular.

La ortodoxia marxista, el Marxismo, nos habla de la destrucción del sistema capitalista por inercia o violentamente, pero en ambos casos se prevé un salto cualitativo en cuanto al bienestar social. Así fue como del régimen esclavista se pasó al feudal, y cómo de este al capitalista. De Perogrullo carece de sentido alguno renunciar a un sistema para volver a fases ya superadas en materia de alimentación, de PTB.

Como sabemos, a la caída del muro de Berlín sucedió el definitivo cierre del sistema soviético. Las economías de los ex miembros de la URRS adoptaron las prácticas burguesas, y paralelamente, ante el fracaso de ese ensayo socialista, los izquierdistas del mundo quedaron sin parlamento, sin teoría
y sin apoyo ideológico.

Fue entonces cuando la estrategia de dominación burguesa y derechista cambia inversamente su ataque a los vestigios marxistas. Recordemos que las protestas y literatura comunistas fueron perseguidas durante más de 40 años, y desaparecidos los principales líderes políticos anticapitalistas.
De hace unos tres lustros para acá, el Imperio cambia su antimarxista. Por ejemplo, ahora la literatura comunista se emite y divulga libremente, podríamos decir que hasta se prostituye a punta de su abundancia. Casi todo lo escritores y novelistas empiezan a hablar sin precaución de las bondades del socialismo postsoviético.

Todo ese movimiento de restauración prosocialista prende a finales del siglo pasado en una Venezuela asqueada de tanta mentira socialdemocrática burguesa. Fue así como nació la idea de un supuesto neosocialismo, conocido como Socialismo Bolivariano o Socialismo del Siglo XXI, ahora suramericano y caribeño, toda una caricatura mal hecha del verdadero Socialismo ortodoxo y marxista. A este movimiento en pleno proceso de avance y desarrollo damos en llamarlo Neomarxismo.

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